IoT según IMHOIT

Internet de las cosas

Así como los individuos generamos información a partir de la interacción con otros, los dispositivos electrónicos que nos acompañan a diario, también son plausibles de generarla y compartirla con el objetivo que puedan diseñarse esquemas de uso y control eficientes.

Muchos pueden ser los alcances, ya sea de ahorro energético, optimización del uso del suelo de cultivo, tareas de prevención de accidentes o siniestros que impliquen tanto daños materiales como pérdida de vidas humanas y mucho más.

IoT (siglas de Internet de las Cosas) es un concepto que refiere a la comunicación entre los dispositivos electrónicos que, si bien son utilizados por el ser humano casi a diario, no fueron hechos con el propósito de que puedan comunicarse e interactuar entre sí. Internet de las cosas está hecho para que “nuestras cosas” se comuniquen y nos brinden el producto de esta interacción.

Internet de las cosas está hecho para que
“nuestras cosas” se comuniquen entre sí, algo para lo cual no fueron hechas, y nos brinden el producto de esta interacción.

Estamos orientados como empresa I+D+i, al desarrollo de productos innovadores que utilizan IoT para ser aplicados en actividades que producen y distribuyen alimentos, petróleo & gas, minería, industria automotriz, transporte, salud y más, poniendo énfasis en la detección temprana de fallos, la resolución de contingencias, la eficiencia en el uso de los recursos energéticos, la conservación de alimentos, la optimización del uso de los recursos propios, la prevención del riesgo laboral y la conservación del medio ambiente, por nombrar algunos alcances.


Creemos que la anticipación, la rápida resolución, el ahorro y la prevención, son factores extremadamente importantes. Cuando estos puntos no son considerados o desarrollados adecuadamente, dan lugar a la generación de hechos fortuitos que pueden impactar de la peor forma en la economía, tanto de las empresas como de los estados.

Los datos enviados por los dispositivos o nodos (telemetrías) se visualizan utilizando una amplia variedad de formatos o widgets (tablas, gráficos de líneas, indicadores analógicos, etc) en interfaces gráficas especiales denominadas dashboards. Desde allí se pueden accionar actuadores u otros elementos de control remoto, los que pueden incluso ser manuales o automáticos según reglas previamente establecidas.

Con más de 60 mil millones de dispositivos que se espera que estén conectados en línea en menos de cinco años, la seguridad a nivel de cada artefacto es un requisito indispensable. Los desarrollos de dispositivos IoT deben estar protegidos contra ataques y deben poder administrarse en forma segura durante la vida útil del producto. Para abordar esto, se debe considerar el ciclo de vida completo del producto. Abordamos los requisitos de seguridad de IoT desde el diseño del producto hasta la implementación.

Sin importar el número de dispositivos IoT que sean desplegados, es necesario disponer de un sistema centralizado y unificado que permita no sólo la gestión remota de los dispositivos, sino también su configuración, seguridad, actualizaciones y mantenimiento de la lógica de control de la sensórica y actuadores.

El crecimiento en la cantidad de tipos de dispositivos IoT para soluciones de la más variada índole, sorprende a diario con las posibilidades de innovación de cada actividad que se quiera controlar, asegurar, mejorar y un largo etcétera. Tales soluciones, abarcan desde procesos industriales extremadamente complejos y peligrosos para la vida humana, como otros donde lo que se busca que prevalezca es la comodidad, la eficiencia y la reducción de costes.

Al ser tan vasto el universo de las posibilidades que los dispositivos IoT ofrecen, un análisis que inicie con adecuados prototipos, que siente las bases de un diseño eficiente, que alinee múltiples variables y que contemple el ciclo completo del desarrollo desde su inicio hasta su total despliegue y mantenimiento, será la diferencia entre un proyecto exitoso y otro que quede a mitad de camino.